Psicoanálisis; contaminando a la psicología de misoginia


Como muchos sabrán, soy estudiante de psicología. Personalmente me interesa el ámbito Forense, razón por la cual tengo mis lecturas, mis cursos y demás. En un futuro lejano me gustaría desempeñarme como psicóloga forense con perspectiva de género.

Cosa que hace muchísima falta. Y no porque no nos traten de enseñar género en clases, que no es así. Serán puchitos, poca cosita en comparación a lo demás, pero algo es algo.

Pero sé que por más que toda nuestra carrera fuese desde una perspectiva de género, el psicoanálisis lo opacará.

La ciencia es histórica, es social. La pseudociencia igual. Pero acá no quiero ponerme a hablar de la poca calidad predictiva (o de algo) del psicoanálisis, si no de su influencia social y su incapacidad de crítica.

Cuando uno empieza a hablar de psiquismo, termina hablando de construcciones sociales. Freud lo hizo. Lacan lo hizo. Jung lo hizo. Y no sigo porque no termino más.



Las barrabasadas que han dicho históricamente los psicoanalistas son para hacer dulce. Y una multinacional. Su incapacidad de crítica a su propio constructo teórico los encierra en el dogma casi religioso (la religión del Inconsciente).

El problema queda cuando no se encierran en sus academias a discutir sobre cuán reprimido está el otro o cuán perverso es. El problema es cuando salen a la sociedad e influyen en ella con sus teorías imposibles de constatar, imposibles de reproducir, ampliamente interpretables, profundamente cerradas en círculos argumentativos, llenos de tautologías y sinsentidos. Suceden ciertas cosas muy feas cuando alguien que se afilia a una teoría pseudocientífica, incapaz de realizar autocrítica (que además de presentar un gran egocentrismo).

Cosas como las dichas por la "psicóloga" """forense""" que habla en la siguiente nota:  Página 12, Las12



El caso es más o menos así: una chica fue violentada de muchas maneras por su pareja. Cuando termina con él, él la agrede y ella logra escapar. Cuando él le habla por teléfono, le promete matarla. Se encerró en la casa de sus padres por miedo, pero cuando se presentó la oportunidad de salir a disfrutar de su juventud con sus primas y se enteró que efectivamente él no estaba en el festejo, fue. Luego él apareció. Sospecho que algún amigo le pasó el dato. Apoyada por su grupo social, no le dio bola. Después de la fiesta, invitó a sus amigos ir a su casa, para hacer el "after". 

Él cayó a su casa y se fue aproximando lentamente. Ella lo ignoró (suele suceder que si mostrás mucho miedo a una amenaza de muerte o violación, te dicen "histérica"). El tema fue que cuando ella estaba preparando bebidas con sus amigas, y ella picaba hielo con un cuchillo, él se metió a la cocina y le empezó a tironear, diciéndole que quería hablar con ella. Ella se resistió y en un intento de zafarse de su agarre, pegó un manotazo y le cortó en la zona de la clavícula. Pidió ayuda a los gritos, lograron llevarlo al hospital, donde él murió.

La joven está hace dos años presa. Fue liberada en condicional hace poco. Ahora le quieren aumentar la condena. No puedo evitar hacerme eco en lo dicho por Mumalá:

 lo que pasa cuando una mujer no termina sembrando las cifras de femicidio, pero es juzgada por defender su vida ante el agresor de violencia machista.
No quedaría más que decir. Digo. Es así la cosa. La justicia "sufre" los femicidios, pero las condenas a los asesinos son pobres y pocas. Pero cuando una mujer se defiende, la encarcela. Este no es el único caso. Hay millones como ella en Argentina.



Mi molestia aumenta cuando leo el testimonio de la perito psicoanalista:

 “Respecto del maltrato padecido, ella fue parte del vínculo”, aseguró y argumentó: “Hay un goce mortífero en juego. Un exceso de esa porción del mal que hay en cada uno y que Freud denomina pulsión de muerte. No es posible hablar de víctima de maltrato en tanto cada uno es responsable de sus actos cuando no está afectado el juicio, como en este caso”.

Hay muchas cosas que hablar en esta cita. Aunque tengo que admitir que la rabia y la vergüenza ajena me están cagando las neuronas que me quedan vivas.

Claramente ella fue parte del vínculo: la parte que la hacían cagar. Claro que hay goce: de solo una de las partes, la sádica, la perversa. Sí, hubo un exceso del mal: del control, de la violencia de él hacia ella. No, eso no es pulsión de muerte: volvé a leer Freud y dejá de quedar como una estúpida mal formada. La pulsión de muerte es repetir un hecho traumático y ella lo estaba evitando. Él estaba sosteniendo el contacto, la búsqueda del placer de maltratarla. Ella lo evitaba, escapaba, trataba de hacer como que no estaba allí, no salía por miedo a encontrarse. Eso es muy pulsión de vida, de autopreservación para mí. Es muy fácil hablar de víctima de maltrato aún en una situación de consciencia plena del hecho: cuando uno es violentado (amenazado, intercedido físicamente, violentado, etc.) por más que esté en completo control de sus emociones, sigue siendo víctima. Es objeto de agresión. Y cuando uno se defiende, aún en situaciones donde tenga este control, sigue siendo defensa de que lo violenten, de que lo sigan violentando.



¿Qué cosas saco en claro de esto? Primero, que deberían sacarle su licencia de psicóloga, porque no tiene ni la más pálida idea de qué mierda dijo Freud. Si me hubiera dicho Lacan, pff. Es más amplio, más ambiguo. Pero Freu era neurólogo, era muy claro en sus definiciones. Que vuelva a leer Más allá del principio de placer desde el vamos.

Segundo, que se sostiene en su incapacidad de crítica a la teoría y menos a los conceptos sociales que tiene insertos en su cabeza. La víctima de violencia no es responsable de la violencia que es objeto por definición: hay diferencia de poderes y desde el comienzo, el que tiene la pija, mide más alto que vos, tiene más musculatura, que te puede amenazar y golpear, por si nadie le dijo a la estúpida ésta, es el que tiene más poder.



Tercero, el mismo Fiscal si sabe algo de derecho (ahora empiezo a dudar de todo) sabe qué es una víctima. Pero como solamente le interesa engrosar sus casos ganados con máxima sentencia, le importa tres carajos solamente basarse en un "peritaje" que da vergüenza ajena.

Cuarto, la clara falta de formación en forense también se siente. Hay algo básico que uno aprende cuando estudia al respecto: distinguir víctima de victimario.

Quinto, la violencia de género perpetrada desde una posición de poder académico, como es su caso, también es razón de denuncia.


Un perito de control de dos y medio al tres la hace cagar como arriba de un poste, si lo que dice en la nota es realmente lo que puso en su peritaje. 



Un asco. El Colegio de Psicólogos que la matricule debería sacarle la licencia, porque realmente deja mucho que desear con su desempeño.

Los psicólogos defendemos la subjetividad, una individualidad inserta en un juego de poderes sociales, políticos, económicos, históricos. En nuestras manos está la responsabilidad de reconocer y proteger una víctima; detectar el padecimiento mental y tratarlo; señalar el victimario y ajusticiarlo. Pero atentos a herramientas psicológicas y a criterios sociales.

Porque ya no va masturbar a las histéricas. Tampoco va fundamentar a los maltratadores/violadores. Tenemos más capacidad analítica que eso.

Y los casos de peritos que sostienen esas cosas... son los ejemplos de los cuales debemos avergonzarnos como futuros psicólogos o en funciones y retirarlos, porque está jugando con la salud mental de la gente.

Lo peor de todo es que se ruega porque la mujer denuncie. Pero cuando llega a la justicia, nos encontramos con pseudos profesionales así.

Comentarios

  1. Por favor, me olvidé nombrar a Dora: un caso emblemático al hablar de violencia sexual y abuso académico (porque ojo, Freud nunca intentó evitar que ella siguiese viendo a su acosador).

    "Cosa que la mujer nada sabe y solo lo puede saber el psicoanalista." Este es un caso claro. La chica en cuestión era parte de un vínculo malvado y le ponía un arma en la cabeza a su pareja violenta para que la cague a palos. OBVIO. Por favor, ¿cómo no nos dimos cuenta? Estamos frente a una iluminada, porque a todos los seres con concha nos encanta que nos tiren al piso y nos caguen a patadas...

    En fin, lo que queda por hacer es divulgar al respecto.

    Un gusto leerte. Saludos,

    Rocío

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